miércoles, 20 de mayo de 2015

¡Zasca! Osasuna 1- Las Palmas 2

En mi caso particular el zasca es en toda la boca y además por ignorante. Sí, ignorante es una palabra que define y que no siempre ha de ser usada de modo peyorativo. En mi caso reconozco que no veo casi partidos de segunda división y ello me convierte en un ignorante respecto a los equipos que forman esta categoría. Por eso y por confiar en mi equipo me llevé el palo que me llevé ayer; creí recibir a un equipo sin mayor peligro que sus números de clasificación pero que vendría aquí a cumplir con el guión de un Osasuna avasallador en casa. ¡Zasca por ignorante!

Aún con estas la llegada al campo me bajó un poco de la nube, el once que Martín ponía en liza no lo entendía y no me gustaba un pelo; la pareja de pivotes por muchos centrales que llevemos no tenía casi destrucción y eso en este fútbol actual es pagar caro. Ya no digamos nada si de salida cometes un error infantil por parte del jugador más experimentado de la plantilla, regalos a gente de calidad los justos y es de primero de infantil saber que pase horizontal perdido en zona de salida es contra segura. Como enfrente había calidad el resultado fue el que todos vimos: movimiento de arrastre de Araujo que se lleva a David y llegada con tiro claro para Viera sin que puedan llegar a cerrar ni Vuja ni Flaño.

A partir de aquí tocaba lo que siempre ha planteado Martín, pero amplificado. Tocaron a generala y los indios salían a escena, pero con algo no contábamos algunos: Las Palmas es un equipo exquisito en el manejo del balón y además también es un grupo que se pone el mono de trabajo y curra como el que más. No había por dónde entrar y nosotros solo tenemos plan A, lo del B lo dejamos para otro rato. Es lo que tiene Martín, que su A es magnífico para estas ocasiones, pero si necesitas otro la cosa se pone fea. 

Fue un primer tiempo de constantes diagonales para Javi Flaño que delataron la calidad del de Noain y que Herrera, perro viejo donde los haya, las vio enseguida. Pivote izquierdo a cerrar hueco entre lateral y central y el lateral bien abierto para que no reciba Flaño. Siguió en la segunda parte acentuado puesto que ya era Hervías el que subía y ahí ya había más calidad. De manual. Aún así sacamos petróleo nuevamente de una jugada a balón parado y vimos la luz hasta que Araujo nos demostró por qué está donde está, él en el pichichi y su equipo en la tabla. Eso sí, todo ello ayudado por un nuevo error; esta vez David falla en el cálculo del salto de cabeza. Para triunfar hay que fallar, no hay otra.

La segunda parte fue otra cosa. Y lo fue porque Martín metió al pivote que nunca puede faltar aquí (pongan el nombre que quieran, pero que destruya) y porque se hizo el plan A. Traje de guerra y a por todas buscando la heroica. Prescindimos del lateral derecho, subimos a Oier metros arriba e hicimos lo que mejor sabemos, que es pocos toques y juego directo al área. Hasta aquí correcto, pero es que no tenemos definición y lo pagamos caro. Se llegó bien, se centró, incluso se remató, pero faltó puntería (#NoNinoNoParty).

Herrera movió fichas y con un doble cambio cerró la subida de Oier y metió el músculo que le faltaba a su pareja de pivotes, cambiando a un Valerón que bailó en una baldosa toda la noche. Si ya el partido estaba en el terreno de los indios a partir de aquí fue casi un monólogo molestado únicamente por alguna demostración de clase de Viera. Nos faltó suerte, puntería o llámenle como quieran y se nos fue un partido que, ignorante de mí, lo veía ganado. 

Fue un zasca en toda la boca para mi ignorancia, pero también lo fue para la salida de tiesto de Martín, de su excesiva confianza en la dinámica positiva y así lo reconoció en rueda de prensa. Ya en su posterior entrevista en El Larguero de la Cadena Ser como buen vendedor sacaba todo lo positivo que se podía sacar de esta derrota.


Foto: fotos.eshumor.com


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