viernes, 17 de abril de 2015

Urgen explicaciones.

Mejor hoy que mañana si la directiva de Osasuna explica con pelos y señales qué ha pasado para que una magnífica idea, surgida de los jugadores como detalle de agradecimiento a la afición que está pasando la dura temporada que llevamos, haya terminado en un tremendo fiasco. Fiasco que ha servido también para que la Federación de Peñas Osasunistas haya visto como se ponía en su debe algo que yo creo no tiene mayor culpa que la de no haber renunciado a que fueran sus entradas las de la operación. 

El lunes los corrillos osasunistas se movían con la idea de que los jugadores iban a regalar entradas a todos los socios desplazados a Ponferrada, pero claro, alguien jugaba con ventaja y ya para el mismo lunes Federación de Peñas enviaba un whatsapp a sus asociados para que pudieran ir apuntándose y reservando dicha entrada. Y ahora me diréis: ¿y eso no es trato de favor? Por supuesto, pero es que el error parte del club por hacer que los jugadores compren las 300 entradas que Federación dispone en TODOS los desplazamientos por el acuerdo que mantiene AFEPE y la LFP.

Si los jugadores de Osasuna van a tener un detalle con todos los socios las entradas deberían ser entradas a las que todos tuviéramos acceso a ellas en igualdad de condiciones, en este caso es lógico que Federación sienta y tenga preferencia sobre ellas. Otra cosa es que manda narices que con los tiempos que corren las peñas anden en connivencia con la LFP de Javier Tebas, pero muchas narices.

El menú estaba listo y eran una serie de platos hechos para fracasar. Si a esto le unes el tremendo error de anunciar el reparto por medio de Federación la reacción estaba servida; críticas, bajo mi punto de vista, injustas a las peñas y rectificación del club anunciando el reparto por medio de sus empleados hoy viernes (menos de 24 horas antes del viaje).

Cada paso que se daba en esta semana se estropeaba más una magnífica idea (quizá no se eligió el partido más indicado) y se alimentaba una especie de enfrentamiento en la afición rojilla en uno de los momentos más difíciles de la historia de Osasuna. Lo que menos necesita un incendio son pirómanos y la persona que ha estado gestionando este tema ha ejercido de tal. Exijo que el encargado salga a la palestra a dar la cara y asumir su error. 

No es de recibo que en un año duro en lo deportivo, durísimo en lo institucional, pero en el que en todos los desplazamientos ha habido rojillos en las gradas, para una segunda vez que iba a haber un detalle, sean solo unos pocos quienes se vayan a ver beneficiados por ello. Y digo una segunda vez porque la junta gestora, con Marino Zulet a la cabeza, tuvo el detalle de hacer que más de veinte aficionados que viajamos a Gijón tuviéramos nuestra invitación para El Molinón. Por lo menos a éste yo he tenido acceso y conocimiento.

El resultado de todo este desastre no puede ser otro: no se han regalado las 300 entradas y de las que se han dado un número considerable han ido a parar a una peña que tiene un viaje organizado para León y acude al partido con su charanga acompañante. Mi admiración por esta peña y lo bien que trabaja, pero mi indignación por el mal trato al resto de socios.

Señores de Osasuna, su semana ha sido de enmarcar en cuanto a la chapuza y al mal manejo de la situación y tiene un porqué: pasan los años y nada cambia en la política social del club. Seguimos uniendo política social a peñas y así nos va. Si ya antes ésta era una política equivocada, ahora mismo, con la Federación pasando por sus momentos más bajos de popularidad y seguimiento, el error es descomunal y de un menosprecio al socio considerable.

Como socio, muchísimas gracias a la plantilla del C.A. Osasuna por el detalle y un tirón de orejas, cuando menos, a la persona que ha hecho esto tan mal como para que haya acabado en fracaso.

Dicho esto, mañana esté quien esté los tres puntos para Pamplona.


Foto: osasunista.net




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