domingo, 19 de abril de 2015

Cuestión de corazón. Ponferradina 1- Osasuna 0

- Árbitro, ¡cambio!
- ¡Adelante!
Cambio definitivo en Osasuna; se retira la supuesta calidad y entra el corazón. 

Si nos dejaran hacer este cambio creo que sería el que la mayoría de rojillos haríamos. Daríamos nuestro corazón y sentimiento, exento de calidad futbolística, y recogeríamos su indolencia.

Yo hoy lo voy a hacer, voy a intentar dejar a un lado mi sentimiento y mi corazón para intentar ser justo. Modestamente lo de la calidad lo dejo para otros. Y digo esto porque me temo que conocer a Mateo desde hace años y estar convencido de que nos venía una de las mejores hornadas de canteranos en tiempos me hace ser un poco blando e incluso condescendiente.

Los números del míster son horrorosos, no son de recibo para esto del fútbol. Bien es cierto que creo que los resultados no están siendo justos con él y su trabajo, pero eso ante la desaparición del club a escasas ocho jornadas no puede desviarnos de la ruta. El fútbol profesional es así de duro y no entiende de herencias o de mala suerte. No me sorprendería un cambio este fin de semana en el banquillo osasunista.

Sinceramente, lo que más me disgusta de todo esto es ver que si no sale un chico de Albacete, pone sus barrabiles en el campo, se echa el equipo a la espalda y va a por la heróica, el resto del equipo sigue al mismo ritmo con el que sale del vestuario. ¿Dónde está esa casta navarra que parece ser solo ha quedado en las vacas de Reta? Tocar, jugar de modo cuadriculado y a demostrar que tenemos muy buenos conceptos, pero sin gota de corazón. El momento no requiere eso, sino poner lo que hay que poner. Negro futuro pues.

Lo que vimos ayer lo hemos visto muchas veces y más esta temporada. Lo nuestro viene desde hace ya unos años; equipo indolente y falto de carácter tocando y tocando y un contrario que nos deja nítido cómo es la segunda y cómo se interpreta un 4-2-3-1 de libro. El gol es un ejemplo claro: robo de balón arriba y en dos toques a gol con extremo bien abierto. Nosotros habríamos hecho pared con Nino y dejaríamos el repliegue del contrario.

Error, para mí, de Mateo en el cambio obligado de un gafado Lotiés. Mira que no soy dudoso con Miguel Flaño, pero ayer no debería haber tocado a David García del pivote. Con un rival echado atrás en búsqueda de contras no había necesidad alguna de meter a la barredora Raoul. Su trabajo lo hace David y le pone muchísima más calidad. Como siempre digo: a toro pasado todos ponemos banderillas.

El partido no dio mucho de sí, mejor Osasuna en la segunda parte, incluso mereciendo el empate, pero nueva derrota, entrada en puestos de descenso y ahora ya no es como hace unas semanas, ahora ya no dependemos de nosotros mismos. Esto ya me pone mucho más nervioso.

Lo dije y lo mantengo: Osasuna es un club que es una trituradora que ya ha engullido a un entrenador, unos cuantos directivos, algún jugador, empleados y ahora va a por el segundo entrenador y, espero que no, una generación de canteranos que apuntaban mucho y pueden quedar en poco. 

Contra esto la receta parece clara; menos supuesta calidad y más corazón. Pero ¿es eso posible con estos mimbres? Yo lo dudo, y no poco.


Foto: www.huffingtonpost.es



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