Mi primera sorpresa, y reconozco que enfado, es ver la alineación de Osasuna. Ahí estaban Cejudo, Roberto, Armenteros y De las Cuevas, por decirlo de un modo normal: estábamos sin delanteros. Es que a mí esto del fútbol moderno y esas cosas de trivote, falso 9, media-punta y que los equipos salgan unidos privándonos de la pitada o aplauso con el rival haciendo el círculo central como que me desesperan.
Reconozco que mi primera impresión fue errónea y como tal debo rectificarla. Achaqué el once al sentido "segurola" que tiene nuestro míster; pero lo que tiene, mejor dicho no tiene, es más delantero que Oriol Riera. Con esos ingredientes se decidió por su "guardia pretoriana" y metió a Cejudo en el sitio que durante 10 días hemos creído que se lo disputaban Manu y Ariel. Rejón de castigo o de muerte para los dos.
¿Y por qué titulo con árboles y bosque? Porque los árboles nos daban pie a hacer mil análisis y dar visiones de trabajo excelente, concienzudo o lo que sea, pero lo que teníamos era más 4-4-2 defensivo y salida tras robo en parte alta.
Para ello contábamos con el mejor pivote que tenemos en ese aspecto que es Don Francisco Puñal Martínez (mis honores a su casi perfecto partido), si bien no contábamos con velocidad arriba. Mucho menos teníamos definición y así se vio en la de De las Cuevas y en la de Cejudo.
Los árboles nos tapaban un bosque que no difería en nada al de otras veces. Y me parece bien. ¿Para qué cambiar un sistema defensivo que está rindiendo? Otra cosa es el ofensivo.
Con un campo helado y resbaladizo, eso daba la impresión por televisión, el Valladolid dejaba todo un recital de pases a ningún lado e imprecisiones varias. Estábamos cómodos defendiendo este partido con un Lotiés que crece y crece y un, por fin, asentado Arribas. A Lolo le veía un poco más perdido fuera de su lugar "natural".
Vamos, que estábamos ante el típico partido en el que Osasuna no terminaba de dar el paso de ir a por el partido y el rival en un fallo tonto te hacía el gol y nos íbamos para casa. Llegó eso pero despertamos de la pesadilla y volvimos a comprobar que tenemos a uno de los mejores porteros de la Liga BBVA. ¡Vaya mano, Andrés!
A partir de aquí algunos pedíamos un pelín de valentía e ir a por el partido, estábamos en opción de poder hacerlo, pero a Gracia esta ocasión le puso los pelos de punta y metió a Oier. En las imágenes solo vimos calentar a Jose, Raoul y Ariel con lo que yo imaginé que saldría muy frío (acorde con la temperatura real).
He aquí que, entre tanto jugón, entró un chico limitado técnicamente, que lo suple con un enorme rigor táctico y con ser todo corazón y todo entrega. Se colocó en la banda derecha (¡cuánto le hemos visto ahí en el Promesas!) y sacó el hacha.
Partido que ya pintaba al 0-0 y que Oier se encargó de romper con una llegada, que es lo que venimos pidiendo desde hace muchísimo tiempo. Goles de la segunda línea. En este caso había 3 jugadores para el remate que centra el pivote y es apoyado por el lateral. ¡Ojo, 6 jugadores en posición de área contraria! El aizkolari taló lo que el resto había fallado en los intentos.
Foto:YoussoupComps
En definitiva, tres puntos menos para llegar al objetivo y muchos árboles que dejaron ver las carencias de siempre y los méritos enormes que tenemos. Eso sí, a alguno le dieron una puntilla casi definitiva. ¡Lástima, pero el fútbol es para listos y para estar en el momento adecuado en la disposición perfecta!