miércoles, 16 de enero de 2013

Situación osasunista: para caballos o carretas. Tú decides.

Fin de la primera vuelta y Osasuna no es que haya suspendido, es que ha sacado un muy deficiente. Ganar 3 partidos de 19 no se pueden ver de otro modo; el fútbol es así.

Con un comienzo prometedor del equipo ante Depor y Barcelona, con arbitraje surrealista del infumable Muñiz Fernández incluido, todo se fue al traste el tercer partido en una visita a Balaídos donde el equipo cambió las sensaciones y nos enseñó la cara que hasta el día de hoy es la habitual.

Algunos ramalazos aislados como el triunfo ante un Rayo llamado a ser revelación de esta liga y un 4-0 engañoso ante un muy meritorio Levante. Sólo se puede salvar el triunfo en Cornellá para decir que se ha visto un buen partido y buen resultado. Lo demás son méritos en alguno de ellos pero siempre con resultados negativos.


Pocas son las cosas positivas que se pueden sacar de la primera mitad de la liga. En ellas están la solidez defensiva, Arribas, Andrés, destellos de Kike y por encima de todos está la irrupción de Oier cogiendo galones y dando el paso adelante necesario para ser el sustituto de un Patxi Puñal que puede estar echando sus últimos minutos de juego. Ley de vida.

En lo negativo la lista sería amplia, por resumir: las lesiones en la plantilla de gente importante como SisiMarc o Puñal; la sanción de 4 partidos a Patxi y los estados de forma de gente como Llorente, Cejudo y un Armenteros que ha ido de más a menos. A esto le unimos el pasotismo del cedido Lamah, la falta de calidad técnica del grueso del equipo y a un perdido Mendilibar que no da con la tecla de sus jugadores ni sistema y nos da el actual Osasuna.

Dejo a dos chicos que para mí merecen capítulo aparte. Uno de ellos es Timor. Con su carácter es complicado verle triunfar en Osasuna, por calidad podría hacerlo perfectamente pero le falta algo que aquí se aprecia mucho más que la calidad. Eso no quita para que su gesto a la grada fuese de lo más negativo que se ha visto esta primera vuelta. Cierto es que el chaval supo salir elegantemente, pero el daño estaba hecho.

El otro que dejo aparte es Flaño. Como veterano, canterano y capitán se necesita mucho más para llevar ese brazalete. No es un trozo de tela para llevar en el brazo, es mucho más y está demostrando que no puede con ello. La, surrealista en lo deportivo, llegada de Ricardo deja en mal lugar a los jefes del vestuario. Una pena.

Todo lo anterior hay que basarlo en una premisa clara. La nueva junta directiva ha jugado con fuego y se está quemando, pudiendo llegar el incendio a ser de tamaño catastrófico. 

Es muy comprensible que en estos tiempos que vivimos intentes rebajar gastos y lo hagas en forma de bajas de jugadores que tenían fichas altas, pero no vayas de listo y lo hagas tú solo. No puedes ir a jugar al pocker contra 3 más que tienen las cartas marcadas y tú no. Tienes las de perder y eso te está pasando. 

Mientras todos siguen dejando lo que no tienen, tú, en un acto que aplaudo como ciudadano, intentas limpiar tu casa para preparar un futuro. Perfecto si esto no fuera un deporte y que un balón pegue en el poste y vaya dentro o fuera te puede llevar a ser Dios o a la ruina, por mucho que hayas saneado todo.

El futuro no es halagüeño, llegadas como la de De las Cuevas nos ilusionan a ver algo mejor el panorama, pero no está fácil.

Ahora, llegados a este punto se puede uno hundir, dar todo por perdido y dejarse llevar o empujar e ir a por el objetivo de los 43 puntos. Lo dicen en #NASF: sé caballo, no carroza.

Yo, en lo que puedo, me apunto a ser caballo, ¿tú?





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