lunes, 21 de enero de 2013

Osasuna 2- Depor 1 Que la nieve ardía

Y por soñar lo imposible soñé que Nino la metía.

Así fueron los primeros 45 minutos en El Sadar, un continuo sueño del que nadie queríamos despertar. Primera parte de las que echábamos de menos con triangulaciones, desbordes de Marc por banda, intercambio de posiciones entre Nino y Armenteros y por fin un Cejudo dejando su clase a la vista de todos los que habíamos bajado ayer a El Sadar.

Para muestra de lo dicho tenemos el primer gol de Kike Sola. ¿Está el problema de la falta de gol de Osasuna en la punta? No y mil veces no. Me repito más que una ensalada de pepino pero este equipo el problema lo tiene donde siempre lo he dicho y ayer los jugadores se encargaron de corroborarlo. 

Con un Cejudo enchufado desde el comienzo del partido, así le vi, el equipo dejó claro dónde tiene su problema y dónde está su solución. Muy meritoria y muy buena la primera parte de todo el equipo. El sueño seguía y todos remoloneábamos en la cama para no levantarnos y seguir disfrutando aún siendo la hora que era y en muchos casos habiendo almorzado a base de bien.

Perfecto, como siempre, el sistema defensivo. Empezando en Kike y acabando en Andrés. Por favor, no os perdáis el día del Celta (lo del Barça allí es de otra liga menos adulterada) el espectáculo que son Rubén y Arribas tirando el fuera de juego. Con Aspas tienen una prueba de fuego grande pero se han ganado la confianza. Lo del primero lo dije hace muchísimo tiempo que era un central muy aseadito para Osasuna, lo del segundo es un escándalo a sus 23 años.

La sensación del descanso era de haber visto un buen primer tiempo ante un rival muy débil y como siempre con el canguelo de que deberíamos haber metido más goles y podíamos pagarlo. Estamos en dinámica negativa y eso en el aficionado se nota muchísimo más.

El comienzo de la segunda parte ya daba otra cosa. Salió el equipo frío, dormido, como soñando ellos también con lo que habían hecho antes, y le dimos al Depor opciones de meterse en el partido. Error que aún acrecentó más para mi gusto, Mendilibar metiendo a Llorente por un renqueante Cejudo. Ahí acabó nuestro buen juego.

Suerte que de una falta que un chico de Andoain le regaló a otro de Hondarribia nació el segundo gol. Gol fruto de un jugador pillo y con calidad en los pies como es Lolo y, según dijo una periodista local, de una jugada trabajada esta semana en Tajonar. Todo no va a ser pasar la mañana que diría alguno. Los que en mayor o menor medida bajamos a ver entrenamientos sabemos que los resultados no están siendo justos con el nivel de implicación y entreno que tiene este equipo.

Pero este gol también metió más en el sueño al equipo y aquí despertó la afición. De estar pellizcándonos con lo que veíamos pasamos a ser los de siempre, los del miedo y el riesgo de infarto. Fallos técnicos propios de jugadores con poca calidad dejaron al Depor ocasiones clarísimas de gol que propiciaron que la cotización de Andrés Fernández suba y suba como la espuma. Ahora mismo es el portero más deseado de la primera división y el negocio económico de Osasuna.

Se sufrió como no podía ser de otro modo en nuestro equipo, salió De las Cuevas que nos dejó unos detalles en ataque de mucha calidad pero que a Manuel Pablo aún le está buscando. Pelín revolucionado y con muchas ganas de hacer demasiadas cosas en poco tiempo. Perdonable y admirable su tesón.

Y nos llegó un gol clásico en la historia de Osasuna y un final de los vividos por aquí con mucha asiduidad. Jugador que vuelve a El Sadar moja en su reencuentro. Mirad majos, menos dejar de celebrar los goles y no los metáis. Eso sí, entre Andrés, Rubén y Lolo hicieron una demostración de fútbol para mudos digna de guardar en un vídeo que propiciaron los dos minutos más largos de este año para mí.

Soñamos, disfrutamos, incluso nos divertimos y volvimos a ser los osasunistas de siempre. El gol de Camuñas hizo que lo que era un día de alegría por salvar un setball para unos y un matchball para otros se convirtiera en una salida del campo como si hubiéramos perdido. Somos de estudio digno de enviar al científico a un manicomio.

El famoso "yo no bajo" comenzó ayer, los caballos estuvieron en su sitio con un fantástico ambiente en el campo. ¿Seguimos igual o nos volvemos a las carretas con la losa que eso conlleva?

Yo lo sigo teniendo claro. ¡A por los 25!


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