jueves, 5 de julio de 2012

Con el corazón.

Lo que mañana empieza a las doce del mediodía entiendo que para el resto del mundo sea una juerga a gran escala y unos días de fiesta y más fiesta, pero hay otra visión que es más local y que no es diferente a ninguna otra fiesta de cualquier pueblo, aldea o ciudad del mundo.

Todo en la vida es muy diferente cuando en ello hay sentimiento. Ahí está la clave y la diferencia de lo que se vive estos 9 días, aunque vayamos vestidos iguales. Precisamente ese detalle de la ropa es lo que hace a esta fiesta singular. Todo el mundo va igual; podrás hacer que se vea tu marca, llevarás camiseta o polo pero viste igual el parado, el currela o el empresario.

Hasta ahí más o menos igual. La diferencia se lleva dentro y no se ve, el año comienza y acaba el 6 de julio y es algo que es complicado de explicar. Si a esto le unes el ser vocal de una peña sanferminera es cuando no desconectas prácticamente ni un solo momento.

Mañana vendrán gentes y más gentes a vivir la fiesta, a pasarlo en grande; pero les faltará sentimiento. No será nada diferente, como cuando nosotros vamos al Pilar, a la Feria de Abril o a los Carnavales de Río. Parecido, pero nunca igual. 

Esos almuerzos con la cuadrilla que a muchos no ves desde hace un año, esas metidas de pata preguntando por la mujer y recibiendo la contestación de que se ha separado, esas malas noticias que tal día como mañana llegan...¿Qué sería del 6 de julio sin eso? 

Y por no hablar de lo peligroso que es mañana en Pamplona con comidas familiares o de cuadrilla, en las que para las seis de la tarde salen las cosas guardadas durante el año y aquello acaba como el Rosario de la Aurora. Pues eso, un 6 de julio en Pamplona ¿A que si?

Llegarán las doce, el mandamás de turno tirará el txupinazo y a Pamplona no la reconocerá ni la madre que la parió. ¡Cómo puede cambiar tanto una ciudad en un solo minuto! 

Ese txupinazo que rompe barreras (a algunos le rompe hasta el poco cerebro que tiene pero no le daré bolilla aquí), que saca al juerguista que llevas dentro como si lo tuvieras tapado todo el año, que provoca exaltaciones de la amistad que el día 15 se olvidan, esas cosicas.

De eso creo que todos o casi todos conocemos pero hay otra parte el día 6 de julio. Mañana tendré conocidos (como tuve al aita durante años) yendo al cementerio a oír el txupinazo con el ser querido que han perdido y que tan sanferminero era. Otros no haremos tanto pero las doce será ese momento donde las lágrimas salgan como lo están haciendo en este momento y donde el año se te venga encima para bien o para mal. Será el momento. Nadie ni nada lo podrá cambiar, ha sido así siempre y mañana lo será igual o más.

Vendrán más momentos pero ninguno como ese, ninguno con tanta carga y tanta emoción, ni mejor ni peor,  y eso una persona que se baja del bus o del tren viniendo a la juerga no lo podrá comprender. O sí, si a él le pasa lo mismo en la fiesta de su localidad, que será lo más probable.

Que paséis muy buenas fiestas, que olvidéis en algún momento los problemas pero sin dejarlos apartados, la vida sigue y no para, y que a la juerga le pongáis sentimiento. Seguro que así será muchísimo mejor.

GORA SAN FERMIN!!!

3 comentarios:

  1. A disfrutar de estos días. Os vigilaré desde mi puesto de mando en Atarrabia
    A ver si nos vemos por los montes antes de final de año

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  2. Pues si. Menuda faena que te hicieron, Borja. Antes de lo que crees estamos en Txurregi de nuevo.

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  3. Ainssss, Mikel, hoy llevo todos los días con carne de gallina, pero esto me ha hecho llorar ;-). Nosotros vamos a ponerle el pañuelo al abuelico al cementerio el día 7. Yo creo que esto se lleva en la sangre.
    Saludicos
    Eva

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