Muy laxas y muy frías las salidas al partido en ambas partes y en la primera muy mal defendidas las dos primeras y casi únicas llegadas del rival. A partir de ahí hemos vivido un partido en el que se veía que el mayor problema podía venir de no aprovechar nuestras ocasiones y dar vida a un rival que se empeñaba en tocar y tocar, pero sin malicia alguna arriba.
Espesos en la línea de creación y aun así hemos llegado con peligro en la primera parte, aunque haciendo internacional al portero contrario en ocasiones de las que no se pueden perdonar contra otro rival. Al final, un jugador que necesita como el comer quitarse la ansiedad, se llevaba el premio al trabajo oscuro que realiza y que no siempre se le valora. Bien Nino, pero sobraba lo de la camiseta.
El que no se ha llevado el premio del gol, pero aun así ha dejado claro que, desde que Martín le ha cogido por banda, está siendo otro jugador y me hace dudar de si no será el gemelo de Kenan Kodro. Irreconocible.
En el centro ya digo que he notado cierta espesura ofensiva con Roberto y con Olavide. Eso sí, cuando sueltan su clase en El Sadar vemos otra cosa, otro fútbol. Irregulares hoy, sobre todo el niño, pero con destellos de calidad tremendos. El segundo tiempo de Torres es espectacular, en defensa y en ataque. El que ha estado un poquito por debajo de su último nivel es Mikel Merino, pero es que era tan alto el listón que no extraña un pequeño bajón.
Atrás sin problemas; bien en lo defensivo y en su tónica habitual en ataque los laterales. David un poco mejor que en los últimos días pero le noto "raro", no termino de ver al David del comienzo, al mandón y superior. Todos tenemos derecho a un pequeño bache; volverá por sus fueros.
Que Osasuna en este mes de enero esté tercero y que, con más o menos acierto, estén jugando jugadores como Kodro, Maikel o Martins dicen mucho y bueno de cómo se está manejando la plantilla. Los frutos llegarán y están llegando.
Y dejo para el final lo peor, lo que me ha hecho ponerme delante de la pantalla sin tener claro qué escribir, viendo todo en blanco: Osasuna tiene un verdadero problema y urge meterle mano, porque el equipo lo necesita y el momento actual es clave.
No es de recibo que en el momento actual de esplendor deportivo en el campo haya un hueco y que ese hueco provoque un silencio casi sepulcral en el estadio. Llegó el momento de sentarse, de ser pragmáticos y sobre todo dejar de consentir atropellos. Todos ganaremos.
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