domingo, 6 de septiembre de 2015

Cambio de sistema, mismo objetivo: la excelencia. Almería 2- Osasuna 1

Tercera puesta en escena de Osasuna y novedades para empezar el partido; novedades en forma de alineación y de sistema. La baja de Miguel Flaño no solo envió a Aitor Buñuel al banco y puso en escena a Alex Berenguer sino que también propició un cambio de sistema. Del típico y bien sabido 5-1-2-2 de los anteriores partidos pasamos a un 4-2-3-1 con doble pivote clásico.

Como es natural y habitual, en este sistema el peso ofensivo lo llevaba la línea de 3 y los pivotes estaban a otra cosa, igual que en los últimos tiempos de Osasuna cuando pedíamos más juego en esa posición. Bien Pucko y Alex por banda, pero perdido y mucho más espeso Roberto en esa posición, que le coloca mucho más cerca de la pareja de pivotes contraria y donde no tiene libertad de movimientos.

Sinceramente no me convencía lo de Tano en el lateral y ese sistema, pero la primera parte me hizo cambiar de opinión y vi muy centrado al equipo en general salvo a un perdido y muy justo de calidad Javier Flaño. Bien Osasuna en la primera parte sacando contras e incluso robando balones en línea de 3/4 que provocaban llegadas. El gol viene de una contra magnífica de Alex abriendo a última hora para la llegada de Pucko. A quienes hemos visto al canterano no nos pilla por sorpresa esto.

Martín decidió hacer un cambio de jugadores y de sistema para volver al usado hasta ahora dejando quizá un pelín más adelantado a Buñuel. Curiosamente fue aquí cuando el Almería estuvo más cómodo y tengo la sensación de que fue porque esto sí lo tenía ensayado y hablado hasta la saciedad y lo del comienzo le pilló a pie cambiado. 

A partir del cambio de sistema, sus movimientos fueron de libro haciendo el último pase entre central y carrilero (primer gol) y metiendo un centrocampista a la espalda de Merino para provocar la descolocación de los centrales (segundo gol). En este sistema, y sin Oier en la presión arriba, el Almería estuvo más cómodo aunque también es cierto que nosotros las tuvimos y pasamos del posible gol de Olavide (bien chaval, en tus minutos) a su gol.

Un partido más y seguimos por buen camino; coaching puro el de Martín buscando la excelencia y no la perfección. Nos confundimos a menudo viendo el trabajo de coach en los chillos de Tajonar y nada más lejos de eso. 

El trabajo de Martín es el de hacer un equipo que consiga sus objetivos con la excelencia, no que busque la perfección porque en eso está el error. Si buscas algo irrealizable solo encontrarás frustración y creo que la derrota de hoy a pocos ha podido frustrar.

Siguiente parada en El Sadar con el Leganés. Otro partido, otro planteamiento y otra prueba del camino hacia el objetivo.

Foto: lasleyesdelexito.es









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