domingo, 3 de mayo de 2015

Me caí de la nube que andaba... Girona 3- Osasuna 0

Me caí de la nube que andaba
como a veintemil metros de altura...

No es de recibo la salida al terreno de juego hoy por parte de Osasuna; no lo es por el esquema táctico con el que ha salido y muchísimo menos por la actitud con la que se ha afrontado un partido en el que te va la vida. Los micrófonos se cogen a final de temporada, con objetivo cumplido, o de lo contrario te puede pasar lo de hoy, que has quedado como Cagancho viendo cómo estamos de nuevo.

Osasuna visitaba a uno de los equipos punteros de la categoría y es bien sabido que no estamos para competirle a casi nadie, pero ya sabemos que en esto del fútbol el coco importa mucho y, oye, que igual los chicos se habían venido arriba con un agónico triunfo ante el todopoderoso Albacete y daban la campanada. No creo que haya hecho falta más de dos minutos para darse cuenta que todo era un espejismo y que son mucho mayores las ganas que tenemos de darnos mensajes de motivación que la pura realidad.

Salida cantada de un equipo que ha hecho lo que cualquiera que le haya visto jugar algún partido sabe que lo iba a hacer. El Girona es un equipo diferente al resto, juega con dos laterales muy ofensivos y con tres centrales. Si ya de por sí el famoso 4-2-3-1 es un esquema que a nosotros no nos funciona, hoy ya era el remate para que se cerrara mejor con un 4-4-2 y nuestros laterales estuvieran ayudados por los interiores. Pues nada, a Javier Flaño le han pillado ya para el minuto 1 y Oier ha pasado una tarde para olvidar. A ninguno le ha ayudado mucho ni Cedrick ni José García.

Era increíble ver cómo fallaba el Girona ocasiones clarísimas, hasta que ha acertado y nos ponía de nuevo los pies en el suelo a quien no los teníamos ya. Curiosamente una vez recibido el gol es cuando han venido los mejores minutos de Osasuna, en los que incluso ha podido empatar con un magnífico remate de Nino contestado por una mejor parada del portero rival.

El segundo gol nos ha matado y ha venido de nuevo en una jugada típica del Girona. Ahora viene cuando exculpo a David García del error en este gol. A mí que un jugador yerre por tirar el fuera de juego como lo ha hecho hoy el chaval no me deja mal sabor de boca. Me lo deja mucho más ver jugadores que no toman decisiones arriesgadas, pero que alguien se la juegue como la ha hecho él me deja menos mala leche. A partir de ahí ya no había partido.

Poco, muy poco más que decir del partido. Nuevamente viene a mí la imagen de la trituradora; se está comiendo a un entrenador que fue contratado en verano con un futuro muy prometedor y que ni está para esto ni se le contrató para ello. Es pura honradez trabajando pero está comiéndose un marrón para el que no está preparado. Y con él la centrifugadora se está llevando a más gente y a mí particularmente me preocupa muchísimo uno: José García. Urge recuperar a este chico: los que le hemos seguido un poco sabemos que ahí hay mucho más de lo que estamos viendo.

Tremendo leñazo el que nos hemos dado desde la nube y creo que de esta espabilaremos, los extremos por los que nos movemos no son buenos y llevamos ya mucho tiempo. Pies en la tierra, cambio de actitud y suerte, mucha suerte, para llegar a buen puerto. Mirandés es el objetivo y no puede haber más allá.


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