lunes, 23 de marzo de 2015

Más sal en la herida. Tenerife 2- Osasuna 1

Antes de nada he de reconocer que me hoy me cuesta ponerme delante del teclado mucho más que ninguna otra vez, que se me hace muy difícil plasmar en palabras lo que yo vi y sentí ayer con el partido de Osasuna.

Es obvio que nada gusta más que escribir sobre una victoria, aunque los números de visitas me lleven la contraria, pero dentro de las derrotas hay unas más fáciles de analizar que otras. La de ayer está entre las complicadas de plasmar. Y lo es porque las fáciles son las que ves que tu equipo no da todo, que se deja algo o simplemente que el rival te pasa por encima sin tú poder hacer mucho más (Vitoria el miércoles). 

La de ayer no pertenece a esas; ayer Osasuna le puso ganas y hasta diría que argumentos futbolísticos para no traer una derrota, pero la picadora de la que hablé el miércoles sigue a pleno rendimiento y se está llevando por delante a todo el que se encuentra en su camino. No es normal fallar lo que fallaron en el primer tiempo David García, Mikel Merino y Asier Riesgo. De una primera parte que debimos ir por delante nos retiramos con el marcador en contra y el consabido golpe moral a un equipo para muy pocas.

Y sí, estoy de acuerdo con Mateo en que debimos irnos por delante en el marcador porque, dentro del nivel que tenemos, no se estuvo mal en la primera parte. Salimos con un sistema para correr menos riesgos que en Vitoria, con un centro del campo más "fuerte" y dos bandas, en teoría, más desequilibrantes. Las ocasiones vinieron de penetración de Cedrick y de eslalon interior de Sisinio. El problema viene arriba; Nino no está y al resto se les hace de noche cuando llegan al área. 

La segunda parte fue un quiero y no puedo; juego insulso, mucho toque, pero sin ninguna claridad arriba. Los cambios tampoco aportaron mucha más luz y el tercero, a la desesperada, es el que permite al Tenerife tener a su extremo derecho solo al haber sido retirado Javier Flaño. Por supuesto no podía faltar la dosis de mala suerte en este gol con el resbalón de David García que aprovecha el delantero.

A partir de ahí, lo ya muy manido de echar de menos a quien no juega, pero la realidad es que casi todos han pasado por el equipo y salvo dos o tres aquí nadie se ha ganado el puesto como titular indiscutible: Sisinio, David y Nikola son mis elegidos para ello. Supongo que para vosotros lo serán otros y eso es lo bonito del fútbol. Todos vemos un partido y todos tenemos nuestro particular carnet de entrenador, siendo magnífica la crítica constructiva. 

Hay un tema que me gustaría tratar aparte y es la salida al campo de Oier. ¡Cómo tenemos que estar para adelantar la recuperación del chaval! El de Estella merece un monumento con lo que hizo ayer. No tiene que ser sencillo verte en un campo, observar que en dos carreras te sacan de sitio y te pillan diez metros, ver que no llegas, porque es físicamente imposible que lo hagas, y aun así salir airoso del envite y demostrar que los tienes como el caballo de Espartero. ¡Otro gallo nos cantaría si tuviéramos más Oieres!





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