lunes, 31 de marzo de 2014

Ya nada es igual, ¿o sí? Osasuna 1- Real Sociedad 1

Si ayer nos dicen que estábamos ante un Osasuna-Valencia a nadie le habría extrañado. Poco ambiente por las calles de lo viejo, poco ambiente de derbi en los aledaños e impresionante despliegue de animación por parte del sector más bullanguero del estadio. Nada comparable a los años que unos y otros se silenciaban en ánimos a sus equipos.

Archanco y su política de precios escandalosos tienen la culpa. Es lo que tiene el fútbol moderno; a nadie le importa ya el punto de romanticismo y el aficionado. Deportivamente lo agradecimos y no poco. La Real pudo haber hecho sangre en un ambiente mucho más llevadero para ellos.

Osasuna da para lo que da y no está para pedirle mucho más. Por lo menos ayer nos fuimos a casa habiendo metido a la Real en su área y con dos ocasiones. Visto lo visto es como para no salir hundido, pero no puede esconder lo que antes se había vivido. Y no puede obviarse que la lesión de Carlos Martínez y el paso de Mikel González al lateral derecho durante 7 minutos provocó en la Real un desajuste similar al de hacer a Rajoy hablar sin guión.

Durante el partido volvimos a demostrar que somos un equipo sin plan B, que los interiores (por estilo de juego y por sistema) son como la primera y la última rebanada del pan de molde y que el tiempo pone cosas en su sitio y el papel todo lo sostiene. Gracia debería ver ahora mismo que su equipo no está mal físicamente, pero su mente les hace parecer que llevan mochilas con piedras.

Sería volver a repetir todo lo que venimos diciendo desde hace unas jornadas. Somos planos, aburrimos tocándola y encima ahora con nuestro estado anímico le damos muy mal. Si los errores vienen en primea línea, el peligro es inminente y así nos va. 

Ayer fue el día que más escuché en mi zona algo que se viene pidiendo desde hace tiempo: si no puedes con lo que haces, prueba a cambiar y meter a alguien pegado a la línea de cal. Lo de los laterales ya aburre y además lo hacen casi todos los equipos conociéndose al dedillo lo que va a pasar. Seguimos centrando de 3/4 y solo cuando Lobato y Roberto intentaron llegar a línea de fondo le metimos en apuros a la Real. La entrada de De las Cuevas y el pasar Roberto a banda dio más juego a la línea de ataque.

Habrá que confiar en que en estrategia sigamos siendo tan buenos y que, por fin, nos entre la pelota, porque si es por juego nuestro futuro es más negro que el color de un toro de Guardiola.

Y dejo para el final al que, para mí, lleva siendo toda la temporada la honradez en un campo de fútbol. No, en este caso no voy a hablar de Isaac Manjón. Hay otro en este club al que se le cataloga, y con razón, dependiendo del gol, pero que independientemente de ese detalle es todo profesionalidad, rasmia y pelea. Su nombre es Oriol Riera y hace mucho que deje clara mi postura ante este chico. Tiene un lugar reservado en mi lista de preferidos.

Ahora viene el dilema: ¿seguimos igual o ha cambiado? Desde luego que lo de ayer y el pasado es pura coincidencia si nos atenemos a lo que son los partidos Osasuna-Real, pero en lo deportivo igual hasta hemos llegado al punto de inflexión. ¡Ojalá! 

Como habréis podido comprobar no he hecho mención en ningún momento al puesto que ocupamos en la tabla. Me sigue dando igual eso, saquemos 9 ó 10 puntos y todo solucionado.

Foto: internadaporlaizquierda.wordpress.com

2 comentarios:

  1. Tu cronica de hoy, mas alla de valoraciones sobre el partido rezuma un canto al optimismo, al cual dicho sea de paso me voy a aferrar cual clavo ardiendo.Espero que la entrada del proximo sabado mas que un canto al optimismo sea una constatacion de encontrarnos definitivamente en el buen camino

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya no sé si rezumo optimismo o es simplemente inconsciencia. Mi cabeza me dice una cosa, mi corazón otra y como el fútbol es mucho de pasión, prefiero dejarme llevar por lo inconsciente.
      Un saludo y gracias por el comentario.

      Eliminar