domingo, 9 de diciembre de 2012

Osasuna 0- Valencia 1 Noche surrealista

Porque solamente desde la visión de un surrealismo en estado puro puedo entender lo vivido ayer en El Sadar.

Surrealista es poner un partido en Pamplona a las diez de la noche en diciembre. 

Surrealista es la plaga de lesiones que acompaña a Osasuna esta temporada y que ayer culmina con la enfermedad de Nano poco antes de empezar el partido. 

Surrealista es la alineación que Mendilibar pone en juego contra el Valencia. Surrealista es oír a un compañero de localidad que entiende que no rinda Oier en su nueva posición porque él es central. 

Surrealista es que vengan unos tipos de Logroño a animar al Valencia, lo hagan con las bufandas y banderas del equipo riojano que está en 2ªB y se rían de ti mandándote a 2ª división.

Con todo este surrealismo tuvimos partido en Pamplona. Conociendo la alineación una hora antes, confieso que estuve muy tentado de no ir al campo y quedarme en casa a verlo en la televisión. No confiaba nada en lo que de ahí podía salir y el tiempo me dio la razón.

Prometo por la gotera de grada lateral que he indagado en la Federación Vizcaína de Fútbol intentando ver si en los cursos de entrenador hay una asignatura más que en el resto de federaciones pero no, no la hay. Yo creía que para aprobar ahí debías tener buena nota en meterte en fregados o en buscar que te den caña cuando la cosa se ha calmado.

Venía Osasuna de un mes de noviembre donde el equipo había cogido la buena racha, la portería quedaba a cero partido tras partido y se estaba puntuando, al final es lo importante. La pareja Oier y Raoul estaban asentándose como un doble pivote de garantías para el juego que busca Mendilibar y ambos habían empezado a demostrar muy buena coordinación. Si es así ¿por qué cambiar el eje principal del equipo? La vuelta de Puñal le trastoca todo al de Zaldibar y comete el error del sábado. 

Ese error propicia otro como un templo de grande. Incomprensible salida del equipo de Alvaro Cejudo. Mucho más cuando tú dejas claro con tu equipo que no vas a crear nada y que te preocupa más el mando en el centro del campo. Él sabrá qué vio en el Valencia para temer tanto. Complejo de inferioridad le llaman en mi casa.

No sé si a alguien más le pareció lo que vi yo, pero mi impresión es que Raoul estaba poco cómodo con Puñal. Así como con Oier se atrevió a hacer alguna cosa más (con el peligro que eso lleva por su falta de calidad) con Patxi estuvo perdido y como cohibido. Dejó dos voleas al aire en el borde del área que demuestran que para destruir es un pulpo pero poco más. Aprovechemos eso y no le pidamos más, por favor.

La lesión de Nano provoca la entrada de un chaval de la casa como es Echaide. El Valencia entró por su banda en la primera parte como cuchillo templado en un trozo de mantequilla. Lo dejamos en que no tiene ritmo de competición y no hacemos leña. No me sale.

De Llorente y Lamah no pienso decir nada más. Del primero ya la semana pasada lo dije en el post sobre el partido del Rayo. Manu está, hoy por hoy, un paso por delante de él y eso dice muy poco para un jugador de primera. Del segundo todos estamos viendo que es un tipo para salir con partidos rotos y aprovechar su velocidad. En parado no se va ni de un cono y su nivel defensivo deja bastantes lagunas.

Con estos ingredientes, Armenteros más perdido que Falete en Naturhouse y un Valencia que no juega a nada lo normal era acabar con 0-0 y un sopor total, pero ahí estaba Soldado y su habitual gol en El Sadar. Vale que no lo celebres majo pero deja de meterlos, ¡coñe!

En tiempos leía aquello de que al vicepresidente de Osasuna le gustaba más una foto que a un tonto un pirulí. Ahora mismo la frase deberá se podría poner a Mendi y su facilidad para meterse en charcos. Surrealismo en estado puro.




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