martes, 21 de agosto de 2012

Depor 2 Osasuna 0 Y los amigos del barrio me llamaron loco

Se podría resumir el post en una sola línea y lo dijo Rafa Aguilera ayer en su twitter (quiero creer que hablaba de Osasuna). Bajé del salón de televisión de la piscina a recoger la mochila a la hierba y ahí estaban mi hermano y su cuadrilla esperando que les dijera algo. Les dije que a mi Osasuna me había gustado y me miraron como quien mira a un tipo con un pedo del diez. Si, Osasuna había puesto toda la intención pero el Depor los goles. En la clasificación es lo que cuenta.
¿Cómo les digo yo a estos que no me ha disgustado el equipo? Sencillo y a la vez complicado. Las sensaciones que me ha dejado Osasuna son las de ver un equipo que sabe a qué juega. Eso hace mucho que no lo veía. Te podrá gustar o no, podrás querer otra cosa pero Mendilibar juega así cuando tiene "su" equipo.
Ya la cosa empezó "chunga", la amable camarera no encontraba el momento de poner el canal adecuado en el aparato que nos proporciona el chollo de Roures (mira que tiene cara de todo menos de mandamás) y nos perdimos 3 minutos. ¡Con el corazón no se juega, señora!
Salió Osasuna con un equipo que a todos nos dejó dudosos porque faltaba lo mismo del año pasado, el enganche. Vale si, podía poner Raul pero no voy a flagelarme con alguien que no está y que se le espera.
Al poco de empezar ya se vio que eso daba igual, que el equipo lo que busca es cierre atrás y salida en tromba con las dos bandas y arriba un móvil Nino y un tipo con oficio como Llorente. Por algo quería Mendi a Sisi y a Llorente a toda costa. Son sus señas de identidad.
Quien no vea que el entrenador tipo Mendilibar es lo ideal en Osasuna es que no ha visto lo que quiere con este equipo. Robo de balón y salida como estiletes. ¿De qué modo podemos llamar también al estilete? Pues si, Puñal. Es que todo cuadra, Mendi quiere un equipo de puñales y eso es sinónimo de tardes de gloria.
La sorpresa agradable la dio Cejudo cuando comprobé que era el que conocimos y no el primo que nos mandó el año pasado a Pamplona a foguearse. La desagradable fue Andrés que hizo cosas que no acostumbra y que, por ser el puesto que es, fue decisivo en el resultado.
Hubo sombras y algunas oscuras como la piel de Raoul. Me dejó mala sensación Arribas de pareja con Flaño. El de Noain necesita un veterano que le saque de los marrones que se suele meter él solico y él saca de apuros veloces al viejillo. Tanto monta monta tanto. Sigo pensando que Rubén irá mejor ahí pero todos me suelen cantar la canción de Perales sobre una loca.
Luces las hubo y bastantes. Lo de Sisi apunta bien y, como ya he apuntado, el regreso de Cejudo. Mi ojito derecho salió unos minutos y a bien que los aprovechó. Le faltó el gol pero estuvo en su sitio en todos los centros que le hicieron. Kike se merece jugar y triunfar en este equipo, es pura raza navarra cuando no está de pájaros pardos.
De Don Francisco Puñal Martínez no diré nada, ahí está y ahí estará mientras siga así. ¡Que va rejuveneciendo en vez de envejeciendo el mocé!
Pues eso, que mal resultado pero con buenas sensaciones y cosas a mejorar. Eso si, con esto estamos a cero en el casillero y, leídas algunas cosas, me temo que este año va a haber marejada. Ojalá el equipo nos lo impida pero el comienzo es de agarrarse los machos y no perder de vista la pizarra con el número 42 (si maestro, no lo olvidemos nunca).
Ah y a ver cuánto tarda alguno en hacer la comparación de los toros de San Fermín con la vaca de la publicidad del pecho y en darse cuenta del porqué Astore este año ha puesto la segunda equipación gris. Los árbitros van a ir así y hay que intentar mimetizarse para que nos ayuden de una vez. Vale, si. Ahora me volvéis a cantar la canción del canso de Perales.



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