Y es que podemos quedarnos con lo de que si la confianza, que si la intensidad o la mala suerte, pero yo hoy he visto un muy buen partido en el rival (no olvidemos que siempre jugamos contra alguien). Si a eso le unes una colocación de jugadores poco acorde a lo que propones, junto con un mal día en gente súper importante como Nino, David y Unai, nos da como resultado la victoria del Alcorcón. Vamos, algo muy normal.
Insisto en mi opinión de que no termino de ver a Roberto en este sistema y no digamos lo de Martins como lateral. Por muy bien que esté Unai, que lo está, no podemos dejar toda esa banda a que el chico tenga otra actuación estelar. Si a Alex le acompañas con un lateral que pierde el sitio tanto como lo hace el portugués le da una ventaja decisiva al rival. Mucho más si ese rival tiene gente arriba que juega de maravilla y un delantero centro que será el mejor o uno de los mejores de la categoría.
Totalmente descompensado el equipo de inicio, una posición de Oier difícil de entender y una solución que la veía más de medio estadio: metías a Oier al lateral (siempre que no entrase Aitor), pasabas a Javi a la izquierda, cambiabas de banda a Alex y ponías a Roberto con Mikel. Equilibrio, normalidad y compensación en el once. Pero no, nos empeñamos en lo mismo, en dejar que Roberto saque de su chistera el balón parado y mientras el Alcorcón dueño y señor de la parte más peligrosa del juego, la línea de 3/4.
El cambio en el descanso, para mí, solo hizo empeorar al equipo y me explico: bien que benefició en algo el juego ofensivo, pero la banda derecha era para Pucko y nos cogían, de nuevo, una y otra vez. Defensa de 3 para un juego atacante del rival con muchos quilates. De inicio se pudo romper el partido con dos ocasiones clarísimas del Alcorcón con poste incluido.
Como el fútbol tiene estas cosas, de ese final nos hemos encontrado con el guante de Roberto y el empate de Mikel, baile en el banderín incluido como recuerdo de su padre (luego vendría el abrazo con el míster para recordar a otro padre). A partir de aquí el partido se movía por impulsos de intensidad y de bravura, generalmente dirigidos por Alex y alguna ocasión de Pucko, combinado con fallos defensivos de un desconocido David y un más atinado Unai en este periodo. Algo lógico en una liga tan larga con chicos de esta edad.
En este caso y como nueva llegada de impulso nos encontramos con la ocasión de Olavide que pudo ser el 2-1 y sin embargo acabó al poco con el 1-2 del rival, fruto de la enésima carambola acompañada de errores promovidos por una defensa de 3 adelantada. Muchas concesiones innecesarias.
Partido para analizar, repasar varias veces y sacar conclusiones ya. Nos ha ganado un señor equipo y ha hecho que el líder hoy no apareciese por el terreno de juego.
Creo que la temporada empieza a entrar en un período de "normalidad" y eso supone que el ático igual deje de ser nuestro lugar de residencia. No pasa nada, Osasuna está para vivir en cualquier otro piso mientras sus habitantes estén aprendiendo a convivir.
Desde la altura de la grada, y con la tranquilidad que da comer pipas, ésta es mi visión del deporte y en especial de Osasuna. "Vamos a cenar hoy, ya veremos qué desayunamos mañana"
sábado, 28 de noviembre de 2015
domingo, 22 de noviembre de 2015
Paso al líder. Valladolid 0- Osasuna 1
Toc, toc: con ustedes el líder C.A. Osasuna. Hoy sí puedo decir que he visto al líder, que no es lo mismo que el primer clasificado, tal y como dice mi amigo Rafa Aguilera. En Valladolid hemos visto un equipo con solvencia, con propuesta de equipo grande y con un esquema que, por fin, le va como anillo al dedo a esta plantilla (alguna pega le pondremos luego).
En todas las temporadas hay ciclos, mesociclos y microciclos y todos ellos terminan con un objetivo marcado. En este caso estamos inmersos en un mesociclo para el que Martín ha marcado como fecha final el 19 de diciembre; ahí quiere llegar con el equipo situado en puestos cabeceros, pensando en el descanso navideño y la vuelta como motos de su plantilla. De ese modo sabe que tiene el primer objetivo casi cumplido y con la moral lista para mayores metas.
Y en las temporadas también hay puntos de inflexión y así como Vitoria marcó, para mí, un descenso en el rendimiento del equipo, Elche supuso un antes y un después en este Osasuna. En Tenerife a Martín ya se le encendieron luces de alarma, pero fue en tierras ilicitanas donde esas luces pasaron de intermitencia a ser fijas y bien deslumbrantes. Su viaje de vuelta supuso un cambio de planes, una manera de ver diferente lo que tenía delante y otro modo de afrontar el futuro inmediato.
La mejora que se vio en la segunda parte contra el Mallorca, con defensa de 5 y dos pivotes hoy ha tenido la continuidad necesaria. El equipo ha demostrado que se siente cómodo, que afronta el partido de otro modo y que jugadores que no estaban soltando todo su potencial en este sistema se sienten como pez en el agua.
Martins mejora más adelante con un buen Javi Flaño en su tarea de lateral (lástima esa calidad técnica cuando llega el momento de tocarla y aguantarla), Alex y Pucko están cómodos con terreno por delante, Merino acompañado en el pivote sigue en su progresión, aun teniendo a un Lotiés que no está en su sitio. Y de la defensa poco más que decir; soberbios los García, cumplidor Flaño y magnífico el niño Buñuel. Nino mucho mejor solo y bien en el comienzo de la presión cerrando líneas de pase para el ahogo de Álvaro Rubio.
Claro que hemos pasado por algunos apuros (el Valladolid venía en una línea ascendente y su plantilla está confeccionada para el ascenso) y sobre todo al final cuando en nuestra línea de pivotes Roberto no terminaba de cerrar bien la llegada del rival. Aun teniendo algún que otro apuro, tampoco el Valladolid ha gozado de ocasiones claras y eso vuelve a hacer grande el valor del sistema de contención de Osasuna.
Ya he comentado de rondón lo que no termino de ver claro en este esquema; no veo a Roberto Torres cómodo con este sistema de juego, pero confío que sepa aclimatarse y coger de nuevo el hilo. No creo que pase nada por sentarse un día en el banco y dejar paso a un chico que esté más acertado para este juego, hoy no estaba Oier y no se ha acabado el mundo, para esto tenemos una plantilla de 22/23 enchufados. Seguro que volvemos a ver al mejor Roberto.
Lo dicho, hoy sí he visto al líder de la Liga Adelante. Que pase el siguiente: Alcorcón.
En todas las temporadas hay ciclos, mesociclos y microciclos y todos ellos terminan con un objetivo marcado. En este caso estamos inmersos en un mesociclo para el que Martín ha marcado como fecha final el 19 de diciembre; ahí quiere llegar con el equipo situado en puestos cabeceros, pensando en el descanso navideño y la vuelta como motos de su plantilla. De ese modo sabe que tiene el primer objetivo casi cumplido y con la moral lista para mayores metas.
Y en las temporadas también hay puntos de inflexión y así como Vitoria marcó, para mí, un descenso en el rendimiento del equipo, Elche supuso un antes y un después en este Osasuna. En Tenerife a Martín ya se le encendieron luces de alarma, pero fue en tierras ilicitanas donde esas luces pasaron de intermitencia a ser fijas y bien deslumbrantes. Su viaje de vuelta supuso un cambio de planes, una manera de ver diferente lo que tenía delante y otro modo de afrontar el futuro inmediato.
La mejora que se vio en la segunda parte contra el Mallorca, con defensa de 5 y dos pivotes hoy ha tenido la continuidad necesaria. El equipo ha demostrado que se siente cómodo, que afronta el partido de otro modo y que jugadores que no estaban soltando todo su potencial en este sistema se sienten como pez en el agua.
Martins mejora más adelante con un buen Javi Flaño en su tarea de lateral (lástima esa calidad técnica cuando llega el momento de tocarla y aguantarla), Alex y Pucko están cómodos con terreno por delante, Merino acompañado en el pivote sigue en su progresión, aun teniendo a un Lotiés que no está en su sitio. Y de la defensa poco más que decir; soberbios los García, cumplidor Flaño y magnífico el niño Buñuel. Nino mucho mejor solo y bien en el comienzo de la presión cerrando líneas de pase para el ahogo de Álvaro Rubio.
Claro que hemos pasado por algunos apuros (el Valladolid venía en una línea ascendente y su plantilla está confeccionada para el ascenso) y sobre todo al final cuando en nuestra línea de pivotes Roberto no terminaba de cerrar bien la llegada del rival. Aun teniendo algún que otro apuro, tampoco el Valladolid ha gozado de ocasiones claras y eso vuelve a hacer grande el valor del sistema de contención de Osasuna.
Ya he comentado de rondón lo que no termino de ver claro en este esquema; no veo a Roberto Torres cómodo con este sistema de juego, pero confío que sepa aclimatarse y coger de nuevo el hilo. No creo que pase nada por sentarse un día en el banco y dejar paso a un chico que esté más acertado para este juego, hoy no estaba Oier y no se ha acabado el mundo, para esto tenemos una plantilla de 22/23 enchufados. Seguro que volvemos a ver al mejor Roberto.
Lo dicho, hoy sí he visto al líder de la Liga Adelante. Que pase el siguiente: Alcorcón.
Foto: www.que.es
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domingo, 8 de noviembre de 2015
El algodón no engaña, reflexionemos. Elche 2- Osasuna 1
El algodón no engaña, como bien decía el anuncio de los años ochenta y noventa. Algunos llevamos diciendo hace unas semanas que Osasuna está en una tendencia descendiente y que hay un problema para contrarrestar que los rivales nos hayan cogido la medida. La realidad es que no vemos cambio alguno y eso es lo único que me preocupa porque lo tenemos todo para poder hacer una temporada notable y cumpliendo objetivos claves para el club.
No tenía buenas sensaciones para el partido de hoy, pero al segundo 40 creí que nuevamente estaba equivocado e íbamos a volver a ver la mejor versión de este equipo, que las ha habido y con enorme mérito. Pero he aquí que el regalo en forma de gol para el primer minuto no ha hecho que tuviéramos un partido de cara, tirando por tierra esa idea del míster de que el que se adelanta tiene mucho partido ganado. Hablo de regalo porque manda narices que a un equipo le pueda sorprender el saque de centro que hacen los equipos de Martín desde los tiempos de Enériz.
Puede parecer poco entendible que un equipo que se adelanta en el primer minuto pase por todos los apuros que hemos pasado, deje la sensación tan pobre sobre el campo y dé pocas dudas de que nos iban a empatar e incluso ganar, como a la postre ha ocurrido.
Y digo que puede parecer porque, si nos paramos un poco a pensar, dejamos el forofismo a un lado y nos aflojamos la bufanda del cuello, podremos entender que un centro del campo con Maikel, Roberto y Olavide no tiene casi opciones de salir victorioso en un partido de segunda división. Si no tienes a Mikel y metes en su lugar a Maikel lo lógico es acompañarle de otro pivote; si Merino ya lo viene necesitando no te digo nada el tinerfeño.
A la mala colocación de nuestro centro del campo le unimos el mal partido de los jugadores que lo ocupaban. El míster tendrá su problema, la luz puede enfocar hacia él, pero no es menos cierto que hoy ha habido jugadores muy por debajo de su rendimiento habitual y ahí está el partido de Nauzet, Maikel, Oier, Olavide, Roberto, Unai, Nino y no digamos Pucko (este chico no termina de encontrar el camino haciendo pareja con Nino). Cuidado con centrar el cañón de foco y encendamos todos las luces que dejen el escenario claro y nítido, eso sí, cada lado con su color de importancia.
Los goles son dos errores bastante grandes: el primero Unai va demasiado blandito a un salto de cabeza que lleva de cara y en el segundo nuestro portero comete un error de libro.
No es de recibo hacer la jugada que ha hecho Nauzet en el penalti señalado; habrá dudas de si es o no (para mí sí lo es), pero lo que no puede ser es que un jugador con la experiencia del canario haga esa entrada por detrás dentro del área a un jugador que está de espaldas a puerta. Achacar la derrota al árbitro solo pone una tirita en una brecha que necesita puntos, puntos de sutura y puntos de clasificación que tranquilicen a un entrenador que, leyendo sus apariciones en prensa, empiezo a ver un poco nervioso y a la defensiva.
El partido ha sido un cúmulo de despropósitos que en su mayoría tienen un porqué y vienen de lejos, pero parece que si no estás de acuerdo con lo malo que ves no eres más que un carroñero y un anti-Martín. Pues no, la temporada está siendo hasta ahora sorprendente, muy positiva y con un entrenador a la cabeza, pero éste también algunos creemos que hace alguna cosa mal y lo decimos, no pasa nada creo yo. Y por desgracia, hace unas jornadas que decimos que el equipo va en línea descendente y solo hay cambio de cromos.
El algodón no engaña
No tenía buenas sensaciones para el partido de hoy, pero al segundo 40 creí que nuevamente estaba equivocado e íbamos a volver a ver la mejor versión de este equipo, que las ha habido y con enorme mérito. Pero he aquí que el regalo en forma de gol para el primer minuto no ha hecho que tuviéramos un partido de cara, tirando por tierra esa idea del míster de que el que se adelanta tiene mucho partido ganado. Hablo de regalo porque manda narices que a un equipo le pueda sorprender el saque de centro que hacen los equipos de Martín desde los tiempos de Enériz.
Puede parecer poco entendible que un equipo que se adelanta en el primer minuto pase por todos los apuros que hemos pasado, deje la sensación tan pobre sobre el campo y dé pocas dudas de que nos iban a empatar e incluso ganar, como a la postre ha ocurrido.
Y digo que puede parecer porque, si nos paramos un poco a pensar, dejamos el forofismo a un lado y nos aflojamos la bufanda del cuello, podremos entender que un centro del campo con Maikel, Roberto y Olavide no tiene casi opciones de salir victorioso en un partido de segunda división. Si no tienes a Mikel y metes en su lugar a Maikel lo lógico es acompañarle de otro pivote; si Merino ya lo viene necesitando no te digo nada el tinerfeño.
A la mala colocación de nuestro centro del campo le unimos el mal partido de los jugadores que lo ocupaban. El míster tendrá su problema, la luz puede enfocar hacia él, pero no es menos cierto que hoy ha habido jugadores muy por debajo de su rendimiento habitual y ahí está el partido de Nauzet, Maikel, Oier, Olavide, Roberto, Unai, Nino y no digamos Pucko (este chico no termina de encontrar el camino haciendo pareja con Nino). Cuidado con centrar el cañón de foco y encendamos todos las luces que dejen el escenario claro y nítido, eso sí, cada lado con su color de importancia.
Los goles son dos errores bastante grandes: el primero Unai va demasiado blandito a un salto de cabeza que lleva de cara y en el segundo nuestro portero comete un error de libro.
No es de recibo hacer la jugada que ha hecho Nauzet en el penalti señalado; habrá dudas de si es o no (para mí sí lo es), pero lo que no puede ser es que un jugador con la experiencia del canario haga esa entrada por detrás dentro del área a un jugador que está de espaldas a puerta. Achacar la derrota al árbitro solo pone una tirita en una brecha que necesita puntos, puntos de sutura y puntos de clasificación que tranquilicen a un entrenador que, leyendo sus apariciones en prensa, empiezo a ver un poco nervioso y a la defensiva.
El partido ha sido un cúmulo de despropósitos que en su mayoría tienen un porqué y vienen de lejos, pero parece que si no estás de acuerdo con lo malo que ves no eres más que un carroñero y un anti-Martín. Pues no, la temporada está siendo hasta ahora sorprendente, muy positiva y con un entrenador a la cabeza, pero éste también algunos creemos que hace alguna cosa mal y lo decimos, no pasa nada creo yo. Y por desgracia, hace unas jornadas que decimos que el equipo va en línea descendente y solo hay cambio de cromos.
El algodón no engaña
domingo, 1 de noviembre de 2015
Espejito, espejito. Osasuna 0- Girona 1
Llevábamos desde el partido de Gasteiz comentando que nos habían cogido ya el modo de jugarnos, que el equipo no daba sensaciones de líder y que tampoco Martín estaba teniendo cintura para corregir errores. Pues bien, hoy nos ha llegado un rival que jugaba con un sistema parecido, que no igual, al nuestro y nos ha puesto el espejo delante para vernos aún más claras las espinillas y los granos propios de la pubertad que pueblan nuestra cara.
Conste que tener espinillas y granos no es ninguna cosa mala, es una cosa natural y acorde a la edad del equipo que tenemos; lo malo es no darse crema para cuidarlas y que no dejen marcas.
Como Martín sabe que llevamos días en clara tendencia descendiente está llevando el foco de atención hacia otros sitios y hacia argumentos pelín tramposillos. Me explico: hoy sale de inicio con un chico al que casi no había convocado y a un juvenil con escaso bagaje en categorías de adultos y ambos han notado la inactividad. ¿Está ahí el problema? Evidentemente no, y es no porque con su entrada hacía un nuevo cambio de cromos, pero no de posiciones como venimos reclamando desde hace un tiempo. El foco ya estaba dirigido.
Ante la defensa que planteaba el Girona, esta sí era una defensa de 3, nosotros deberíamos haber ido a por sus bandas con otra línea de 3 por delante de Mikel Merino buscando la espalda del carrilero y la salida a banda del central. Como jugamos con un cuadrado que forman los dos interiores (jugones, pero sin velocidad) y los dos puntas, no había manera de hacerlo. Mientras, ellos sí nos buscaban las cosquillas a los laterales cayendo Sanchón a banda y provocando superioridades.
Una pérdida de balón de Adrián Cruz con un posterior disparo espectacular de Rubén Alcaraz nos castigaban como no lo habían hecho otros rivales habiendo merecido lo mismo o más que el Girona. El escenario era nuevo para nosotros y nos poníamos por primera vez en la temporada por detrás en el marcador en El Sadar.
Y algo no se podrá decir y es que no se han intentado cambiar el sino del partido con nuevas cosas: cierto que el cambio en el descanso de Olavide por el señalado Adrián Cruz no modificaba nada, pero sí adelantar mucho más a Oier y Javi Flaño (un monumento habrá que ir encargando para el de Noain) y los dos siguientes cambios que sí ponían al equipo en situaciones diferentes aunque siempre con el mismo resultado.
La entrada de Pucko por un desfondado Javi Martínez le permitían a Oier ocupar una nueva demarcación y dejaba al esloveno en el carril derecho. Aunque con algún error notable de control y sobre todo de concepto defensivo (lógico y normal), este cambio ha permitido llegar más fácilmente a la línea de fondo y así Oier ha tenido en su cabeza el empate, con lo que podríamos decir que el cambio ha sido acertado. La posterior entrada de Alex pegado a banda izquierda aún le daba más protagonismo al anterior. Nos dejaba con defensa de dos, pero estaba ya todo para jugársela así.
Partido ni mejor ni peor que el del día del Albacete pero el resultado hará que hoy sí podamos ver mejor las carencias y las manchas propias de los pipiolos. Por ahora no nos estamos dando crema, ¿lo haremos a partir de ahora?
Espejito, espejito...
Conste que tener espinillas y granos no es ninguna cosa mala, es una cosa natural y acorde a la edad del equipo que tenemos; lo malo es no darse crema para cuidarlas y que no dejen marcas.
Como Martín sabe que llevamos días en clara tendencia descendiente está llevando el foco de atención hacia otros sitios y hacia argumentos pelín tramposillos. Me explico: hoy sale de inicio con un chico al que casi no había convocado y a un juvenil con escaso bagaje en categorías de adultos y ambos han notado la inactividad. ¿Está ahí el problema? Evidentemente no, y es no porque con su entrada hacía un nuevo cambio de cromos, pero no de posiciones como venimos reclamando desde hace un tiempo. El foco ya estaba dirigido.
Ante la defensa que planteaba el Girona, esta sí era una defensa de 3, nosotros deberíamos haber ido a por sus bandas con otra línea de 3 por delante de Mikel Merino buscando la espalda del carrilero y la salida a banda del central. Como jugamos con un cuadrado que forman los dos interiores (jugones, pero sin velocidad) y los dos puntas, no había manera de hacerlo. Mientras, ellos sí nos buscaban las cosquillas a los laterales cayendo Sanchón a banda y provocando superioridades.
Una pérdida de balón de Adrián Cruz con un posterior disparo espectacular de Rubén Alcaraz nos castigaban como no lo habían hecho otros rivales habiendo merecido lo mismo o más que el Girona. El escenario era nuevo para nosotros y nos poníamos por primera vez en la temporada por detrás en el marcador en El Sadar.
Y algo no se podrá decir y es que no se han intentado cambiar el sino del partido con nuevas cosas: cierto que el cambio en el descanso de Olavide por el señalado Adrián Cruz no modificaba nada, pero sí adelantar mucho más a Oier y Javi Flaño (un monumento habrá que ir encargando para el de Noain) y los dos siguientes cambios que sí ponían al equipo en situaciones diferentes aunque siempre con el mismo resultado.
La entrada de Pucko por un desfondado Javi Martínez le permitían a Oier ocupar una nueva demarcación y dejaba al esloveno en el carril derecho. Aunque con algún error notable de control y sobre todo de concepto defensivo (lógico y normal), este cambio ha permitido llegar más fácilmente a la línea de fondo y así Oier ha tenido en su cabeza el empate, con lo que podríamos decir que el cambio ha sido acertado. La posterior entrada de Alex pegado a banda izquierda aún le daba más protagonismo al anterior. Nos dejaba con defensa de dos, pero estaba ya todo para jugársela así.
Partido ni mejor ni peor que el del día del Albacete pero el resultado hará que hoy sí podamos ver mejor las carencias y las manchas propias de los pipiolos. Por ahora no nos estamos dando crema, ¿lo haremos a partir de ahora?
Espejito, espejito...
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