Esa frase, tan repetida en cualquier hogar del mundo, es la viva imagen de un Osasuna que no tiene ni repajolera idea de jugar para objetivos saludables. O tiene el agua al cuello o aquí no vemos algo decente.
Dicho así sería muy sencillo y sobre todo sería muy fácil de solucionar. Ponemos a gente con ganas de comerse el mundo y ya está. Pero esto del fútbol no es tan simple.
No es lo mismo el Valladolid que el Espanyol, no es lo mismo salir a un segundo tiempo donde no tienes nada que perder que a un partido donde vas a tener que llevar el peso del partido y tener la bola y, visto lo visto, no es lo mismo que esta plantilla tenga el miedo en el cuerpo, que un partido donde el resto de resultados te lo ha puesto como lo tenías soñado.
Pero nada, como este equipo es como el mal estudiante y el que se ha creído que está hecho para salir airoso con dos empujones al final, nos tendrá con el corazón en un puño hasta última hora. Todo por errores de unos y otros que se empeñan en ir a jugar al billar en vez de ir a clase. Lo peor del caso es que son malísimos jugadores de billar.
Amigo Mendilibar, a ver cómo te digo esto aún a costa de ganarme collejas de todos los lados. Recuerdo un día, allá por los tiempos en que en El Sadar sólo había política, que vino el Betis con un señor un tanto peculiar llamado Chaparro. Eran momentos en que al mediático Camacho le dio por poner a Oier de lateral izquierdo. El chico hacía lo que podía, para mí lo hacía mal pero lo diré con voz baja, ya que parece que según de qué jugador no se pueden decir ciertas evidencias. Pues bien, ese día el Betis puso a Nelson y Damiá por la banda derecha y a base de dos contra uno al de Estella le hicieron un roto.
Nada, como no sabe nadie que Aguirre mete dos estiletes en banda dejamos al chaval de lateral para que de nuevo sufra y deje clara su falta de técnica y juego con el pie. Podrá ser un lateral derecho normal, NUNCA podrá ser un lateral izquierdo (sin adjetivo), le falta técnica para subir y cambiar de pierna y le falta velocidad de movimientos para sostener al extremo aunque éste no sea puro como es Stuani.
Aquí creo que ha habido una de las claves, otra ha sido que para el minuto 10 habíamos tenido ya dos avisos con llegadas y remates del Espanyol. Otra todavía más llamativa fue que a estas horas el amigo Armenteros debe estar poniéndose las botas para salir a jugar. Hemos estado con diez todo el partido. Ahí la diferencia entre los dos sistemas calcados de los equipos. Stuani-Armenteros es el duelo que ellos nos han ganado por la mano.
Voy con otra cosa que me han hecho salir de muy mal carácter de El Sadar. Sr. Archanco, llevaba usted unos tiempos en silencio. Por favor, continúe igual, todos lo agradeceremos. No justificaré a Kike Sola que hoy quizás haya salido sin toda la concentración necesaria, pero conociendo un poco al jugador, las palabras del presidente ayer con carga pesada hacia el entorno del chaval no le han hecho ningún bien, sino todo lo contrario. El error en el gol cantado no lo achaco a eso, sí que cargo en el fallo haberse ido luego un poco del partido para gozo de una parte de la afición que disfruta soltando sus males semanales con el de Cascante. Un clásico osasunista ya.
No da para mucho más el partido. Hablaríamos de otro partido si metemos la de Kike, pero también es cierto que si el Espanyol aprovecha las del comienzo es obvio que el comentario sería otro. Se ha vuelto confirmar que este equipo sin alma en el centro del campo es uno más en la liga y creo que yo y el resto de socios no queremos eso, queremos a Osasuna. Eso sólo lo vemos con Patxi u Oier en el centro del campo.
¿Tan difícil es meter un lateral izquierdo, sacar a Lolo del campo (nuevamente qué chollo es para sus compañeros) y poner a Oier en su lugar? Parece que sí. Jamás conocí un chico que cumpliendo él signifique un problema para el equipo como en este caso. Digno de estudio.
Pues nada Borja Mari que o te pones las pilas y apruebas ya o este año te vas con tus tíos a Salou en San Fermín, tú mismo pero yo no me voy.
Fuente: cantabrialiberal.com
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