domingo, 20 de diciembre de 2015

¿Y ahora, qué? Numancia 1- Osasuna 3

¿Y ahora qué narices escribo yo en este trozo en blanco? ¿Me pongo a criticar que con una defensa de 5 este equipo es defensivo hasta el tuétano? ¿Alabo el partidazo de ayer de Osasuna frente al desastre del domingo pasado? ¿Sigo con la monserga de que el doble pivote dará equilibrio a este equipo? ¿Continúo en mis trece de que Nino no está ni se le espera?

Pues todo lo que vaya a decir se irá por tierra con una sola cosa: el domingo pasado no la metimos y ayer de tres que llegamos metimos las tres. Si le unimos que el Numancia falla un penalti con 0-0 en el marcador tenemos casi el resumen de ayer. Poco más que decir, porque ya conocemos la estadística.

Poco pero casi todo bueno lo que se puede decir de ayer; golpe en la mesa de un grupo al que le faltaban dos piedras angulares en el juego y en lo emocional y que supieron suplir con creces. 

Maikel no es Roberto, es otro tipo de jugador y ayer cumplió muy dignamente, sobre todo en lo que él sabe: equilibrio para ayudar a Mikel en su labor de pivote único. Notó la inactividad de seis semanas y su físico dijo basta. 

Jose volvió a dejar muestras de que empieza a asomar la cabeza por la puerta del tren y que parece ser que está cerca de subir para no bajar, tiempo al tiempo. También su físico le dijo que no podía seguir, pero para entonces había estado aseado.

Muy a destacar el rato que jugó Kodro en una posición que no es la suya y que solamente por la absurda norma del 7+4 tuvo que salir al campo en un sitio que la lógica apuntaba a Otegui como recambio. Alex le acompañó en la lucha por cerrar huecos cuando el Numancia más presionaba y Pucko volvió a dejar clara la importancia de los goles de segunda línea.

Cuando faltan dos veteranos del peso de Oier y Roberto, alguien debe ejercer su papel de padre ante "los niños" y ayer ese papel lo ejercieron dos jugadores muy diferentes, por juego y por edad: David y Nino. El primero es el amo y señor de un juego que comienza con él y que gira en torno a su figura en el centro de la defensa y el segundo cogió galones. En una segunda parte espectacular, se echó el equipo a la espalda, dejando clase e inteligencia en cada movimiento realizado. 

El primer gol es de manual Martín: tres pases, apertura a banda y búsqueda de la llegada del lateral contrario por sorpresa. Muy visto y muy efectivo. Nino lo hizo a la perfección. Después vino un recital de caídas a banda y de aguantar el balón como hacía tiempo que no le veíamos. ¡Bien, chaval!

La gallina cantó en el sustituto de Oier. Si ya la semana pasada decía que para mí en ese carril había un dueño, ayer quedó patente que ese amo no era Lotiés ni aunque alguno se empeñe en intentar venderme una aspiradora en el desierto. Ese lateral tiene dueño, con calma, con pausa y llevando los tiempos; pero Aitor Buñuel es el elegido y la segunda parte de ayer lo deja nítido. Tanto arriba como abajo.

El fútbol tiene estas cosas; el domingo pasado debes ganar por ocasiones y empatas, ayer tienes tres, las metes y te llevas el partido. Er fúrgol es asín. Cuestión de meterla y no tanta palabrería de sistemas, posiciones, jugadores y tácticas.

Y con 3 puntos más, que hacen 30 puntazos, despedimos 2015 en el que lo hemos pasado muy mal, pero que el otoño tan plácido que estamos teniendo hace que invierno y primavera pinten optimismo por todos los lados. 

¡Felices fiestas y próspero 2016! Zorionak eta urte berri on!

Felicitación del C.A. Osasuna



domingo, 13 de diciembre de 2015

Esto ya voy reconociéndolo un poco más. Osasuna 1- Athletic 1

Esto sí se me está pareciendo mucho más a un Osasuna de Martín, a un Osasuna típico o a un Osasuna histórico. ¿Por qué? Pues porque el equipo deja nítido que se mueve a impulsos, a latidos de corazón, y con pocas exhibiciones tácticas. Porque como ha sido nuestro sino en la historia nos cuesta meter un gol todo lo imaginable y porque por mucho que quiera demostrar Martín que en su nueva etapa sus equipos no se caen en diciembre, lo va a tener muy complicado de negar.

Y todo esto lo vuelvo a envolver en esa palabra que ya usé hace alguna semana: normalidad. Estas últimas semanas estamos viendo cierta normalidad en Osasuna.

Hoy nos visitaba un filial, un equipo que iba colista, pero que tiene un peligro sordo que en cinco minutos quedaba patente en el campo. Ziganda (¡qué gran formador!) tiene trabajado a un equipo como él acostumbra, pero con una sorpresa para quienes no seguimos los partidos del resto de rivales: a niños barbilampiños les está dotando de saber jugar ese otro partido como si fueran veteranos de la segunda.

Nosotros nos plantábamos ante el 4-2-3-1 de Cuco con un equipo similar al de comienzo de temporada con el 5-1-2-2 que yo no sé por dónde coger en el modo de ejecutar hoy. Y no lo entiendo porque si vamos a tener bandas 'largas' no contemplo otro lateral que Aitor y no Oier (vaya partidito del de Estella) y porque si jugamos con dos arriba no puedo contemplar a dos puntas muy similares. Me parece además injusto con Milic, y me explico.

La pareja Milic-Nino perjudica al primero; a un punta tan especialista, que dirían en la NBA, debería acompañarle otro atacante diferente y que le haga jugar donde puede desarrollar su juego, en el área. Juega demasiado lejos de ella y en su comparación con Nino sale perdiendo, aunque el almeriense falle lo que parece imposible de fallar. Debería jugar solo y reivindicarse como punta, para bien o para mal. Su cambio a última hora ha demostrado hacer justo lo contrario. En ese momento era más necesario que nunca.

Otra de las nuevas apuestas de Martín hoy ha sido Jose García y no se puede decir que el chico lo haya hecho mal, al contrario. Los empentones que ha dado el equipo la primera parte han sido siempre porque salían del corazón de Jose. Si Osasuna no desarrolla juego alguno y se basa en impulsos taquicárdicos el tercer García debe estar en el campo sí o sí. Su cambio ha sido algo más que jugador por jugador; la noche y el día. Otegui estaba llamando al partido con timbre de oro.

Aun con todo, el partido ha sido de Osasuna y solo la falta de puntería ha impedido la victoria holgada de los rojos. Mientras ellos han metido un golazo a nosotros nos ha costado Dios y ayuda hasta que ha llegado el zapatazo de un magnífico Roberto Torres. Por cierto, hoy segunda parte entera por banda derecha y dejando claro que cuando le pone corazón a su enorme calidad le sale lo de hoy, ¡chapeau!

Suerte que para Navidad solo queda un partido porque este equipo empieza a dejar imagen de necesitar un descanso y ese descanso tengo la impresión de que no es tanto físico como sí de desconexión futbolística. Las bajas de Oier y Roberto nos dejan una semana muy ilusionante para quienes vemos en este equipo algo mucho más importante que la clasificación: la formación. 

¿Nos darán el gustazo? En Soria lo veremos, mientras yo voy reconociendo un poco más a este Osasuna.

domingo, 6 de diciembre de 2015

¿Normalidad? Sí. ¿Error tremendo? También. Ponferradina 3- Osasuna 0

Como ya dije la semana pasada, que Osasuna caiga derrotado en Ponferrada lo puedo considerar como normal. Convendría poner encima de la mesa el dato de La Ponfe: dos empates en El Toralín en todo lo que llevamos de campaña, el resto todo victorias. Hasta ahí la normalidad, lo anormal y lo que me tiene cabreado es el modo de la derrota. Vamos a ello.

Cualquiera que haya visto a La Ponfe jugar un rato, me vale con los dos partidos del año pasado, sabe de maravilla que ejecutan un 4-2-3-1 de libro tal y como lo desarrolló el sábado pasado el Alcorcón

¿Hay diferencias? Sí, muy evidentes; mientras los madrileños tienen un enlace (Insa), que juega de maravilla entre líneas y hace jugar a sus dos compañeros de banda en la línea de 3, ayudado perfectamente por David Rodríguez, los leoneses se basan en el juego de potencia y de peinada ejecutado por un magnífico Berrocal que descongestiona a sus compañeros y deja en clara posición de gol una y otra vez a Yuri. Tampoco es que le haga mucha falta nadie al brasileño para buscarse la vida, pero bueno.

Con estos mimbres, si había un equipo al que no le podías meter el cambio que ha metido hoy Martín ese era la Ponferradina. El dejar a David solo ante Berrocal, tener dos por delante "blanditos" y no digamos ya poner en la espalda del de Ibero a un central lento (Oier) y otro anárquico donde los haya (Lotiés), nos dejaba un esquema que antes del partido yo ya no lo veía

El rival no quería el balón y nosotros tampoco deberíamos haberlo tenido tanto. Nos desenvolvemos mucho mejor sin él que con él y Martín podía haber comprobado que era un suicidio solo con ver el gol del año pasado. 

No sé muy bien qué ha pretendido hacer hoy el míster, no le pillo por ningún sitio lo hecho y lo que más me preocupa es que tampoco lo termino de ubicar en el mensaje que semana tras semana nos envía. Sí, digo "nos" y no "les", porque todo esto de ático, navidad, zona de confort, etcétera van dirigidos al entorno y no es de uso interno. Tengo la certeza de que de puertas adentro se sigue con el cenar hoy y ya veremos qué desayunamos mañana.

Si centramos el partido en nombres nos encontramos con un Nauzet cometiendo errores clamorosos en el segundo gol y en una jugada al final del partido, con Oier fuera de sitio y un Roberto cada vez más desubicado, aunque es para agradecer y valorar su valentía torera de jugar el final del partido dando la cara. A Mikel y David les vuelvo a ver pasándolo mal sin tener claro qué hacer. De Nino ya no sé ni qué decir.

Insisto en mi idea que vengo defendiendo desde hace unas jornadas; este equipo como mejor rinde es con la defensa de cinco, dos pivotes y dos bandas como las de hoy. ¿Problema? Qué hacer con Roberto, si bien creo que con Mikel podría haber rendido bien hoy en el centro. No estoy de acuerdo que ese sistema sea defensivo si eres capaz de buscar los 2x1 en bandas y a Roberto le das cierta libertad una vez recuperado el balón.

Próximo rival: Bilbao Athletic, filial al que habrá que jugar de modo diferente y donde podremos encontrar menos resistencia. Confiemos en la vuelta a la senda del triunfo y sobre todo seguir con la normalidad.